Este articulo salio por primera vez en el Rincón de Microtaller

Después de desmontar la rueda delantera de mi Vespa, he decidido limpiar el motor, que está hecho un asco.

Obsérvese cómo está el carburador. Ampliamos el líquido mágico…

 

Poco a poco con paciencia se va viendo la luz…

Va quedando todo más limpio…

Aquí antes…

Y aquí después.

Le he quitado el óxido a las tapas y las he pintado con pintura calórica. La verdad es que para no haber desmontado el motor ha quedado bastante bien.

El otro día, al montarlo, se me partió la cabeza del mando del aire por la parte del carburador. Como es barata me he comprado otra, pero al recibirla me di cuenta que no tenía cabeza en esa parte, y que por tanto necesitaba un prisionero para sujetarla. Lo siguiente ha sido que en la ferretería de mi pueblo no tenían prisioneros tan pequeños, por lo que ha habido que recurrir al ingenio. Aquí podemos ver la cabeza que se quedó puesta en la pieza que mueve el aire.

Se coge una clavija eléctrica normal y corriente…

 

Y aquí tenemos nuestro prisionero.

 

Y aquí el cable sin cabeza.

Primero probamos que la medida es la necesaria. ¡Y lo es!

Cortamos a la medida con la Dremel y un disco de fibra de vidrio.

¡Encaja a la perfección!

Colocamos el tornillo y apretamos. Por si acaso he dejado unos 3 mm de más y lo he doblado para que no se salga. Luego he apretado el tornillo lo más que he podido. Se puede ver que funciona. En la foto el aire está tirado a la mitad.

A veces cuando la cabeza trabaja, es que da gusto…