Finalmente la pared de la entrada, con una escalera estratégicamente colocada a modo de secadero de piezas pintadas, y un teléfono con unos cuantos lustros a la espalda, a parte del típico corcho en el que no se cuelgan más cosas porque no hay más chinchetas…
Finalmente la pared de la entrada, con una escalera estratégicamente colocada a modo de secadero de piezas pintadas, y un teléfono con unos cuantos lustros a la espalda, a parte del típico corcho en el que no se cuelgan más cosas porque no hay más chinchetas…