En 1965 el gobierno británico decidió igualar las tasas de sus carnet de conducir, equiparando el coste del carnet de los coches y motos, subiendo fuertemente el de las motos.
En 1965 el gobierno británico decidió igualar las tasas de sus carnet de conducir, equiparando el coste del carnet de los coches y motos, subiendo fuertemente el de las motos.